sábado, 23 de mayo de 2009

La sociedad civil quiere discusión de fondo, no retrasos de procedimiento en la Conferencia de ONU sobre la crisis

DECLARACION de los MMSS sobre las negociaciones de los resultados de la Conferencia de ONU sobre la Crisis Financiera y Económica Mundial y sus Impactos en el Desarrollo

1. Nos enfrentamos a una crisis sistémica global, que se originó en los países ricos del Norte, sus insostenibles patrones de consumo y producción y el comportamiento económico irresponsable de sus actores sociales dominantes. La crisis afecta a miles de millones de personas alrededor del mundo, empujando a muchos de ellos al desempleo y la pobreza, y la violación de sus derechos económicos, sociales y culturales.

2. La respuesta del G20 no fue suficiente para abordar las causas profundas de estas múltiples crisis alimentaria, climática, de los mercados financieros y del desarrollo sostenible.

3. La crisis global necesita una respuesta global que implique a todas las sociedades afectadas por la crisis. Por lo tanto, las Naciones Unidas es el único foro legítimo a través de la cual se puede resolver la crisis. Esta es la razón por la cual recibimos con beneplácito la decisión de los gobiernos en Doha de celebrar una Conferencia de las Naciones Unidas sobre la crisis económica y financiera mundial y sus impactos en el desarrollo.

4. Desde la Conferencia de Doha, a los diplomáticos en Nueva York les ha llevado más de 16 semanas el llegar a un acuerdo sobre las modalidades de la “Conferencia sobre la crisis”. Ellos son responsables de la demora, son responsables de la falta de tiempo para las negociaciones de fondo sobre el resultado de la conferencia.

5. Organizaciones y Redes de la Sociedad Civil elaboraron declaraciones listando sus recomendaciones y exigencias sobre la forma de abordar la crisis actual, empezando por el “Documento de Referencia de la Sociedad Civil” en el período previo a la Conferencia de Doha de 2008.

6. Muchas de nuestras exigencias se reflejan en las recomendaciones presentadas por la “Comisión Stiglitz” en marzo de 2009. Por esta razón, consideramos estas recomendaciones como una buena base sobre la cual construir un nuevo sistema económico y financiero global.

7. Muchas de nuestras posiciones se reflejan también en el primer borrador de documento final presentado por el Presidente de la Asamblea General (PAG), el 8 de mayo de 2009. Entendemos que las recomendaciones que figuran en este documento contienen medidas de corto plazo que deben ser implementadas de inmediato como respuesta a la crisis actual, tales como la suficiente financiación de un paquete de estímulo global, y medidas de largo plazo, tales como el establecimiento de un nuevo Sistema Mundial de Reservas o la propuesta de una Autoridad Fiscal Mundial. Estamos de acuerdo en que la conferencia de la ONU en junio tiene que llegar a respuestas inmediatas a la crisis y, simultáneamente, decidir las reformas de largo aliento en un plazo decidido por los gobiernos en conjunto.

8. En contraste, el borrador de documento de los co-facilitadores, de fecha 6 de mayo de 2009 no especifica las acciones necesarias de corto plazo ni tampoco contiene compromisos concretos para las reformas estructurales de largo plazo. Se limita a reconfirmar principalmente – mediante la adaptación de un lenguaje ya acordado - las decisiones adoptadas en la Conferencia de Doha y las Cumbres del G20. Las recomendaciones de política en este documento carecen de sentido de urgencia. Las recomendaciones de reformas institucionales (párrafo 47) son interesantes pero, según los co-facilitadores, sólo “pueden ser consideradas”. Esta frase diplomática hace que cualquier recomendación resulte inútil. Si los gobiernos llegaran a acordar sobre ese documento final, contribuirían a debilitar aún más a las Naciones Unidas como un foro global para la coordinación de la política económica y la toma de decisiones y fallarían por completo en encontrar respuestas de fondo a la crisis actual.

9. Entendemos que en virtud del escaso tiempo será difícil que los gobiernos lleguen a un acuerdo sobre un conjunto amplio de medidas de reforma radical, como las que sugiere el borrador del PAG. Sin embargo, un consenso sobre muchas de las propuestas concretas de reforma que están sobre la mesa aún puede ser alcanzado. Entre las decisiones que son de alta prioridad y que podrían ser adoptadas en la Conferencia de las Naciones Unidas sin más dilación, están las siguientes:

- La iniciativa de establecer un Panel Global sobre los Riesgos Sistémicos en la Economía Mundial, siguiendo el modelo del Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático, que reúne a académicos, sociedad civil y encargados de formular políticas.

- La decisión de elevar la Comisión de Expertos sobre Cooperación Internacional en Cuestiones Tributarias a una Comisión Intergubernamental sobre Cuestiones Tributarias en calidad de comisión orgánica del Consejo Económico y Social (ECOSOC) a finales de 2009.

- El compromiso político para introducir un Impuesto a las Transacciones Financieras coordinado a nivel internacional a fin de movilizar recursos adicionales para un Fondo de Estímulos Globales a corto plazo y la implementación a largo plazo de Objetivos de Desarrollo acordados internacionalmente, incluidos los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

- El establecimiento de un Consejo de Coordinación Económica Global dentro del sistema de las Naciones Unidas.

- La decisión de revisar el acuerdo entre la ONU y las Instituciones de Bretton Woods (IBW), a fin de mejorar la coordinación y la coherencia de las políticas mediante la integración completa de las instituciones de Bretton Woods como agencias especializadas dentro del sistema de la ONU.

10. Hacemos un llamamiento a los gobiernos a no usar argumentos de procedimiento como una excusa para retrasar aún más las negociaciones de fondo sobre la urgente necesidad mundial de dar respuestas políticas a la crisis actual.


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