sábado, 3 de septiembre de 2011

Y ¿quién calma a los ciudadanos?

Cuando los gobernantes de un país dan la espalda al pueblo para no dejarle ver qué se traen entre manos, el ciudadano está en su derecho, pero sobre todo en su deber de sospechar, de estar casi seguro de que no se trata de nada bueno para él. Y es en ese momento cuando se puede decir bien alto y bien claro, una vez más, que en ese país no hay democracia, que el poder no emana del pueblo, sino que emana, tal vez, contra el pueblo.
 
La ministra de Economía y Hacienda de España, Elena Salgado afirma que la reforma constitucional, que ha perpetrado el Gobierno del PSOE-PP a espaldas de los ciudadanos, “tendrá efectos positivos en los mercados[1]”. Pareciera que la tranquilidad de los mercados no es algo solamente incompatible con la tranquilidad de los ciudadanos, sino que más bien se trata de conceptos inversamente proporcionales entre sí.

De magnitudes formidables resultan los esfuerzos de los dos grandes partidos para que el pueblo no tenga ni la más mínima información al respecto de los verdaderos motivos que les llevan a perpetrar esta reforma constitucional con alevosía y ‘veraneidad’. Pero todavía más sorprendentes son los esfuerzos que derrochan para evitar que tal reforma se someta al voto ciudadano. Y todavía más sorprendentes, si cabe, cuando reparamos en que estos mismos representantes políticos sí nos ‘permiten’ elegirles a ellos mismos, lo cual demuestra que el pueblo puede equivocarse, y mucho; pero no hablamos de la capacidad de acertar o errar del pueblo, sino de su derecho inalienable de decidir por sí mismo sobre su futuro.

Representantes de PSOE y PP se limitan a transmitir a través de los medios de amansamiento masivo que la reforma constitucional es una reforma ‘buena’ para España. Bien, si están ustedes convencidos de ello, no tengan miedo en explicarnos los detalles, los ciudadanos haremos por entenderlos. No se queden ustedes en el “si es por tu bien…”, porque esa frase ha servido en demasiadas ocasiones para inaugurar desgracias.

Según se ha podido escuchar en distintos medios, el candidato Rubalcaba, quien le pondrá cara a la histórica debacle electoral del PSOE, “ha hecho un esfuerzo pedagógico” entre los diputados de su partido para convencerles de lo acertado de apoyar la reforma constitucional a espaldas del ciudadano. Como resultado del clásico aborregamiento de la derecha y de esos “esfuerzos pedagógicos de Rubalcaba”, de los diputados del Gobierno PSOE-PP, todos menos uno, el socialista Antonio Gutiérrez, han votado apoyando la reforma, a esto se le llama disciplina de partido, aunque Zapatero y otros dirigentes prefieren denominar “comprensión y respaldo[2]” y “enorme sentido de la responsabilidad[3]”, sentido no se si tienen una pizca si quiera, pero responsabilidad en todo este robo, ya lo creo que tienen.

Propongo que, para ahorrar tiempo y esfuerzos, llamemos a este tipo de acciones anticiudadanas: “disciplina de mercado” o simplemente "alta traición" y dejarnos de tanta tontería.

Los ciudadanos le agradeceríamos, señor Rubalcaba, que ese esfuerzo pedagógico lo vuelque también en nosotros, no ha de importarle si además de mal político se demuestra que es usted mal maestro, porque en caso de no hacerlo, quizás quede demostrado que es usted también una mala persona. Valga lo mismo para los dirigentes del PP, que igualmente argumentan lo positivo de la reforma para los ciudadanos.

Tal vez unos y otros olviden aquella máxima comercial de plena y absoluta aplicación política que dice: “El ciudadano siempre tiene la razón”, y esto es cierto en un 100% independientemente de lo que a ustedes les salga de la punta de la gana decir, hacer o impedir.

Dejen ya de calmar a los mercados y calmen ustedes a los ciudadanos, aunque solo sea porque todas las cosas feas que les han forzado a hacer los mercados han resultado netamente perjudiciales para los ciudadanos, aunque solo sea porque se supone que son ustedes sus representantes, aunque solo sea porque se empeñan ustedes en decir que vivimos en una democracia, aunque solo sea, en definitiva, porque los ciudadanos somos el origen de sus casi siempre exageradas retribuciones, a no ser, claro está, que legislar y gobernar para los mercados les dejen a ustedes más beneficios.

Muchos nos preguntamos qué adjetivos dedicarían estos mismos gobernantes a sus homólogos de otros países, en caso de que hubieran actuado, igual que ellos, de espaldas a su pueblo, negándoles la posibilidad de que el poder siga emanando de él y no contra él. Muchos nos preguntamos qué críticas hubieran lanzado, por ejemplo, contra Hugo ChávezRaúl Castro, por poner solo dos ejemplos. o contra

Puede que solo sean impresiones mías , pero a estas alturas me pregunto si nos dejarán votar a los ciudadanos españoles en las próximas generales del día 20 de Noviembre o si, por contra, los políticos apañarán entre ellos un nuevo gobierno como los mercados les den a entender; no vaya a ser que los ciudadanos elijamos a políticos que nos representen y defiendan los intereses ciudadanos antes que los intereses financieros.

[1] http://www.rtve.es/alacarta/audios/informativos/salgado-los-efectos-positivos-reforma-constitucional-seguiran-notando/1186510/
[2] http://www.20minutos.es/noticia/1145813/0/zapatero/reforma/constitucional/
[3] http://www.europapress.es/nacional/noticia-zapatero-elogia-enorme-sentido-responsabilidad-psoe-20110831085051.html
 
Victor J. Sanz
Rebelión

Fuente: http://impresionesmias.com/2011/09/01/y-%c2%bfquien-calma-a-los-ciudadanos/

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